Aunque reír es arriesgarse a parecer un tonto. Aunque llorar es
arriesgarse a parecer sentimental. Aunque acercarse a alguien es
arriesgarse a involucrarse. Aunque mostrar tus sentimientos es arriesgar
tu yo interior. Aunque exponer tus ideas o tus sueños a una multitud es
arriesgarse a perderlos. Aunque amar es arriesgarse a no ser amado de
la misma manera. Aunque vivir es arriesgarse a morir. Aunque desear es
arriesgarse a ser defraudado. Aunque intentar es arriesgarse a fallar. A
pesar de todo, debes arriesgarte. Debes correr los riesgos simplemente
porque el más grande de los peligros de la vida es no arriesgarse. Las
personas que no arriesgan nada o nunca tienen nada, no hacen nada. Tal
vez podrán evitar el sufrimiento y la tristeza, pero no logran aprender,
sentir, cambiar, crecer o vivir. Prisioneros de sus temores, son
esclavos que han renunciado a su libertad, pues sólo cuando una persona
se arriesga, es libre. Los pesimistas se quejan del viento; los
optimistas esperan confiadamente que los vientos cambien de dirección y
los realistas, ajustan sus velas en la dirección correcta. Arriésgate.
Es cierto que puedes perder.
Pero... ¿Has pensado en lo que puedes ganar?
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